lunes, 13 de julio de 2009
sábado, 20 de octubre de 2007
jueves, 18 de octubre de 2007
martes, 16 de octubre de 2007
viernes, 12 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
skip to main |
skip to sidebar
Al inicio de la década de 1960 comenzó el interés de la comunidad artística de los centros culturales hegemónicos (Londres y Nueva York) por expresiones de la cultura popular, como son los comics (tiras cómicas), la publicidad, las películas, la televisión, las caricaturas. Los artistas que se interesaron por este tipo de manifestaciones pusieron en duda la división entre arte culto y arte popular e inauguraron la corriente del Pop art, cuya identidad radicó en sus connotaciones populares; esto es ligado a las imágenes comerciales que consumían las clases medias y a los productos de los medios masivos de comunicación (como las películas de Hollywood o Marilyn Monroe). Estados Unidos produjo los artistas más representativos del Pop art, entre los que se encuentran Roy Lichtenstein, Frank Stella y, especialmente, Andy Warhol. Unos años más tarde, hacia finales de la década de 1970, los artistas profesionales “descubrieron” un tipo de expresión plástica que atrajo su curiosidad por sus implicaciones socio-culturales: el graffiti urbano. El principal centro de revaloración del graffiti fue la ciudad de Nueva York. Entonces, como ahora, los principales productores de graffiti eran adolescentes de barrios suburbanos como el Bronx y Brooklyn. La actitud desafiante del orden público,el grafismo compulsivo, la energía y fuerza plástica, así como la exhibición de la cultura popular y rasgos étnicos de la que hacen gala los graffiti interesó intensamente a la comunidad artística neoyorkina de vanguardia, pues veían en esa expresión mayor “libertad” y “autenticidad”. A principios de la década de 1980 el mundo underground (subterráneo) de gaffiteros espontáneos y autodidactas entró en contacto directo e interactivo con el mainstream above-ground (comunidad hegemónica sobre –el suelo) de artistas y estudiantes de arte. Esta interacción sucedió en los espacios de experimentación artística de la zona del East Village neoyorkino. El primer encuentro público entre artistas profesionales y graffiteros en Nueva York sucedió en 1980 en el “Times Square Show”, organizado por Fashion Moda y CoLab. Después se dieron una serie de exposiciones que conjuntaban arte y graffiti en espacios alternativos —especialmente en galerías de la zona del East village neoyorkino como la Fun Gallery— cuyo objetivo expreso era mostrar y promover el “arte del graffiti”. En 1983 comenzó la internacionalización de esta expresión urbana cuando el museo Boymansvan Beuningen Museum de Rotterdam, Alemania, organizó una exposición de graffiti. A partir de entonces comenzó a valorarse seriamente este tipo de expresión plástica en círculos artísticos y académicos. Comenzó a verse con una óptica analítica productos culturales como las caricaturas de Hanna Barbera, los viejos shows de TV, bailes como el breakdancing, etcétera. En este contexto, Keith Haring es considerado el decano de los graffiteros que provienen del mundo de la educación artística formal. Su preparación en la Escuela de Artes Visuales y su interés por el trabajo en espacios públicos generó un vínculo entre el mundo subterráneo de los graffiteros autodidactas y los jóvenes artistas profesionales. Los dibujos de Haring en el Metro de Nueva York estimularon a una generación de estudiantes de arte a tomar los espacios públicos para expresarse gráficamente.
lifeGraffiti
Keith Haring fue un artista norteamericano que se convirtió en un fenómeno de los medios de comunicación por la enorme popularidad de la que gozan sus diseños. Haring dibujó primero en el Metro de Nueva York, luego en galerías y finalmente en museos. Fue un artista que consiguió diluir las fronteras entre el arte culto y el arte popular, así como entre el arte y la caricatura.
inicio del graffiti
Al inicio de la década de 1960 comenzó el interés de la comunidad artística de los centros culturales hegemónicos (Londres y Nueva York) por expresiones de la cultura popular, como son los comics (tiras cómicas), la publicidad, las películas, la televisión, las caricaturas. Los artistas que se interesaron por este tipo de manifestaciones pusieron en duda la división entre arte culto y arte popular e inauguraron la corriente del Pop art, cuya identidad radicó en sus connotaciones populares; esto es ligado a las imágenes comerciales que consumían las clases medias y a los productos de los medios masivos de comunicación (como las películas de Hollywood o Marilyn Monroe). Estados Unidos produjo los artistas más representativos del Pop art, entre los que se encuentran Roy Lichtenstein, Frank Stella y, especialmente, Andy Warhol. Unos años más tarde, hacia finales de la década de 1970, los artistas profesionales “descubrieron” un tipo de expresión plástica que atrajo su curiosidad por sus implicaciones socio-culturales: el graffiti urbano. El principal centro de revaloración del graffiti fue la ciudad de Nueva York. Entonces, como ahora, los principales productores de graffiti eran adolescentes de barrios suburbanos como el Bronx y Brooklyn. La actitud desafiante del orden público,el grafismo compulsivo, la energía y fuerza plástica, así como la exhibición de la cultura popular y rasgos étnicos de la que hacen gala los graffiti interesó intensamente a la comunidad artística neoyorkina de vanguardia, pues veían en esa expresión mayor “libertad” y “autenticidad”. A principios de la década de 1980 el mundo underground (subterráneo) de gaffiteros espontáneos y autodidactas entró en contacto directo e interactivo con el mainstream above-ground (comunidad hegemónica sobre –el suelo) de artistas y estudiantes de arte. Esta interacción sucedió en los espacios de experimentación artística de la zona del East Village neoyorkino. El primer encuentro público entre artistas profesionales y graffiteros en Nueva York sucedió en 1980 en el “Times Square Show”, organizado por Fashion Moda y CoLab. Después se dieron una serie de exposiciones que conjuntaban arte y graffiti en espacios alternativos —especialmente en galerías de la zona del East village neoyorkino como la Fun Gallery— cuyo objetivo expreso era mostrar y promover el “arte del graffiti”. En 1983 comenzó la internacionalización de esta expresión urbana cuando el museo Boymansvan Beuningen Museum de Rotterdam, Alemania, organizó una exposición de graffiti. A partir de entonces comenzó a valorarse seriamente este tipo de expresión plástica en círculos artísticos y académicos. Comenzó a verse con una óptica analítica productos culturales como las caricaturas de Hanna Barbera, los viejos shows de TV, bailes como el breakdancing, etcétera. En este contexto, Keith Haring es considerado el decano de los graffiteros que provienen del mundo de la educación artística formal. Su preparación en la Escuela de Artes Visuales y su interés por el trabajo en espacios públicos generó un vínculo entre el mundo subterráneo de los graffiteros autodidactas y los jóvenes artistas profesionales. Los dibujos de Haring en el Metro de Nueva York estimularon a una generación de estudiantes de arte a tomar los espacios públicos para expresarse gráficamente.
